Este libro se abre con una cita del Salmo 142 “Tiempo de sed de ti como agua reseca” y el libro se convierte en un canto de entrega absoluta de amor, una llamada en forma de ofrenda ante un mundo babélico, indomable e insaciable.
Este sitio usa cookies, tanto propias como de terceros.
Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Por favor visite la página de Política de cookies para más información